CÓMO ESCOGER TU BASE DE MAQUILLAJE PERFECTA 👯🌸


¡Hello again bellezón! 👯🌸

Todas las probabilidades jugaban contra ti, eres una adicta al maquillaje y pensabas que jamás serías capaz de terminar una sola de las incontables botellas que abarrotan tu armario/cómoda/neceser/(inserte-mobiliario-de-almacenaje-aquí)


Pero lo has hecho. A tu base de maquillaje le ha llegado la hora. Y tal y como tiras el correspondiente bote, te invade una sensación de vacío, de inseguridad… como diría Dani Rovira, te despiertas con una tesitura.

Y yo ahora qué base me compro

Porque, no te engañes, tu base te gustaba, probablemente te encantaba (y si no le encontrabas defectos, ya puedes dejar de leer, has alcanzado el Nirvana del maquillaje) pero había ese 'algo' que te hace dudar si volver a comprarla o probar algo nuevo.

O puede que directamente no vieses el momento de terminarla y hacer borrón y cuenta cara nueva.
Pues bien, vengo del futuro a traeros este post: cómo comprar una base de maquillaje perfecta para ti.

Y como esto es peor que escoger carrera, empiezo así, sin anestesia, y vosotras ya vais indagando en este nuestro post las maravillas y (de nuevo) tesituras de comprar una base de maquillaje.

1. En casa

Y es que el proceso de buscar tu base perfecta empieza antes de entrar en la tienda correspondiente.
Antes de salir de casa debes tener en cuenta dos factores imprescindibles a la hora de salir en busca del santo grial de tu cómoda de maquillaje:

a) Tu subtono.

Sí, querida. Tu piel no es sólo 'así, como clarita' o 'me pongo morena en verano'. No. Tu piel tiene un subtono. ¿Un qué? Un subtono.

El subtono de tu piel no es otra cosa que una forma de categorizar los tonos de piel que existen. Es el color que, por decirlo así, está debajo de la capa más superficial de tu piel. Tu tono de piel puede cambiar en verano o en invierno, de más oscuro a más pálido, pero tu subtono nunca lo hará.

Y escoger una base de maquillaje que se adapte a él es imprescindible, pues de no hachero, podrás verte la cara apagada, cansada, o incluso enferma (Whaaaat?)


Dividiremos los subtonos en dos grupos principales: cálidos (tu piel tiende a ser amarilla) y fríos (tu piel tiene una tendencia rosada)

Y no, esto no quiere decir que seas u Simpson o la cerdita Peggy, pues los subtonos son (normalmente) sutiles a la vista. ¡Pero eso no quiere decir que no estén ahí!
Sin embargo, ¿cómo averiguar tu subtono?

Te ayudarán varios trucos:

- Sal a un lugar con buena luz natural. Es importante que no hagas este test bajo luz artificial, pues ésta suele modificar las texturas y colores de nuestra piel (quién no se ha visto nunca bajo una luz fluorescente y se ha confundido a sí misma con un extra de The Walking Dead?)

Ahora, mírate la cara interna de la muñeca. En más concreto, observa las venas que ves bajo tu piel. 
¿De qué color son?
Si son más azules, tu subtono es frío (es decir, rosado)
Si son más verdosas, tienes subtono cálido (o dorado)

¿No te sirve este truco? Prueba estos otros:

- ¿Cómo reacciona tu piel cuando te pones al sol? Si te quemas con facilidad y tu piel se enrojece, es probable que tengas subtono frío. Si consigues un tono moreno fácilmente y no sueles quemarte demasiado, entonces es probable que tu piel sea cálida. Ojo, porque a esto siempre hay excepciones (yo soy de subtono cálido y tengo mucha facilidad para quemarme por lo pálida que soy) así que no hagas de este truco el factor decisivo para determinar tu subtono.
- ¿Qué tipo de accesorios te quedan mejor? ¿Los dorados, o los plateados?
Si el plateado resalta y embellece tu piel, es probable que tengas un subtono frío.
Si es el oro el que más te favorece, tu piel es seguramente cálida.
- A la hora de vestirte, ¿qué colores te dan un mejor aspecto a la cara?
Mira esta rueda de color:




Ahora piensa en qué colores de los que ves en ella suelen quedarte mejor a la cara. ¿De qué color es esa camisa de fondo de armario que usas siempre que quieres subirte la autoestima? Si los colores con los que más vistes están en el lado izquierdo de la rueda, son colores cálidos, y probablemente éste sea también tu subtono de piel.

Sin embargo, si los colores que usas están más bien en el lado contrario, entonces tu piel probablemente sea fría.

Una vez hayas determinado tu subtono, estás lista para el siguiente paso.

b) Tu tipo de piel.

Tienes que tener una cosa muy importante en cuenta: no te fíes de cualquier opinión sobre una base de maquillaje que te gusta antes de averiguar si la chica que te da la opinión tiene el mismo tipo de piel que tú.

No todas las bases sirven para todo tipo de pieles, ni todas las pieles aceptan todos los tipos de bases. Por supuesto, usar una preñase y unos polvos selladores adecuados ayudarán a la duración de tu base, pero no es de esto de lo que estamos hablando ahora, así que
¿Cómo es tu piel?
Lo ideal, y que nadie te diga lo contrario, es que vayas a tu dermatólogo para tener una idea bien clara de cómo es tu piel. Ellos son expertos que con un simple análisis te explicarán bien tus características.
Sin embargo, puedes hacerte una buena idea contestando estas preguntas:

(Antes de hacer este pequeño test, sigue estos pasos: acuéstate con la cara limpia, pero si usar ningún producto facial después de limpiarla bien. A la mañana siguiente, observa tu piel y responde)

averigua tu tipo de piel

Es un test muy corto y rápido, y ya os digo que lo ideal es que preguntéis a un experto, pero según estas pequeñas preguntas:

Si la mayoría de vuestras respuestas son a es probable que tu piel sea grasa. Si son b, tu piel seguramente sea normal. Si son c es más seguro que tengas la piel mixta (seca en las mejillas y mandíbula y grasa en la zona t) y si son d tu piel puede ser seca.

Esta pequeña categorización no tiene en cuenta si tu piel es atópica, acneica, sensible, si está deshidratada (sí, queridas, hay pieles grasas deshidratadas) o si tiene algún que otro problema que debiera tratarse por un experto, pero es un esquema general de los tipos básicos de piel.

Eso sí, si vuestra piel presenta algún problema muy concreto, no puedo dejar de recomendados ir a la farmacia a comprar vuestro maquillaje y dejar que un experto os asesore.

Bien, ahora que ya conoces tu tipo de piel, debes tener en cuenta lo siguiente:

a) Si tu piel es grasa, busca bases de maquillaje con acabado mate, o matificantes. Evita comprar bases con aceites, sobre todo aceites minerales, y busca que sean no comedogénicas. Los acabados 'glowy' no serán tus aliados, y no abuses de bases demasiado cargadas de siliconas. En esta entradaJulia Phoenix os enseña una amplia lista de ingredientes comedogénicos que debéis evitar. Puedes usar bases fluidas o en polvo.

b) Si tu piel es normal, tienes suerte de poder escoger el acabado que más te guste. Aún así, intenta escoger bases que cuiden la piel y tengan ingredientes naturales, para no causar problemas que en principio no tienes.

c) Si tu piel es mixta, estás en el papelón en el que estamos muchas: buscas una base que no reseque tus zonas normales o secas, y que no añada grasa a las zonas que, ya de por sí, tienes grasas. Ugh, horror. Bien. Hay bases específicas para tu tipo de piel, por ejemplo la Revlon ColorStay para pieles mixtas. Es un clásico low cost que no puedes perderte. Tu truco infalible será usar un buen fluido masificaste en tus zonas grasas antes de usar tu base perfecta, como por ejemplo el sérum pore-refiner de Bioderma. Matifica con polvos sueltos tu zona t, y no los uses en las zonas que no necesitas.

d) Si tu piel es seca, busca bases con agentes hidratantes. Los acabados glowy, o dewy, ayudarán a tu piel a verse luminosa y fresca. Evita los formatos en polvo y las texturas matificantes que absorben las grasas naturales de tu piel y tendrán a verse acartonadas en piel seca. Huye también de los formatos crema-a-polvo.



2. En la tienda

Ya conoces tu tipo de piel y tu subtono. Ahora es el momento de arreglarte y salir de casa, a la caza de tu base de maquillaje ideal, con tu grito de guerra preferido. Tulach Ard, my friends.


Llegas a la tienda, y después de una cantidad considerable de tiempo probando y toqueteando todo lo que encuentras en tu camino (porque, asumámoslo, nosotras somos con el maquillaje lo que las urracas son con las joyas)

  
Pues al final te centras y empiezas a buscar esa base de maquillaje que te ha llamado la atención y que estás decidía a comprar. Y llega la parte en la que tienes que escoger un tono. Tu tono.

Si estás en un stand de M·A·C, enhorabuena, es muy probable que encuentres el tono ideal para ti. Si estás en un stand de una marca low cost, quizás el tema de los tonos sea algo más complicado de resolver.

Pero, debes buscar:

Antes que nada, una base que sea de tu subtono natural (que para algo has hecho el tolili en la ventana mirándote las venas y tu vecina te ha mirado raro)
Si tu subtono es frío, busca tu base con subtono frío también (cuando la ves, tiende al rosado)
Si tu subtono es cálido, busca tu base con subtono cálido (en la botella tiende a amarillo)

Una vez tengas esto bien decidido, es hora de buscar el tono que se adapte al tuyo. ¿Pero cómo?
Algunas se lo prueban en la mano, otras en la cara interna de la muñeca. Yo te pregunto: ¿es tu muñeca del mismo color que tu cara? Porque te garantizo que la mía está bastante lejos de eso. Y no hablemos del dorso de la mano.

¿Lo ideal? Pruébate el tono en la base de la mandíbula y/o el cuello. Esto es porque tienes que conseguir difuminar tu base de maquillaje de forma que tu rostro y tu cuello formen uno. Esto será mucho más fácil si el tono que escoges para empezar ya se parece al tono de tu cuello. Y, además, el tono de tu cuello y el de tu rostro son muy parecidos, por no decir iguales.

Y, sobre todo, no caigas en el error de ver si has cogido el tono correcto bajo luz artificial: ¡sal a la calle! No pasa nada, que te miren raro, pero tú te vas a ir a tu casa con el santo grial de las bases de maquillaje en lo que a tonalidad se refiere. Y punto.

Es probable, aún así, que no encuentres el tono ideal para ti. no tengas miedo en comprar un par de tonos (si es que te lo puedes permitir) si quieres tu tono exactísimo, y mezclarlos en casa a la hora de aplicártelos. Además tendrás la ventaja de poder oscurecer más o menos tu base en función de la época del año (aquellas que tengáis el don de poneros morenas en verano, cosa que yo no), pero en la mayoría de los casos, encontrarás un tono que se adapte a tu piel natural sin necesidad de recurrir a mezclas… si eres un poco abierta de mente y no vas a por una base en concreto.


¡Y esto es todo por hoy mis flores de loto🌸!. Espero que esta entrada os haya ayudado. Por favor, ¡compartidla, sharing is caring, y seguro que muchas amigas vuestras están en esa tesitura de encontrar su base sin morir en el intento! Imaginad lo agradecidas que os estarían si les hacéis el favor (y podéis pedir una invitación a una cervecita un café a cambio, ya de paso)





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